PEDIATRÍA Y ADOLESCENCIA
Estrés infantil, tan prevalente como riesgoso...
El estrés es altamente prevalente en niños y adolescentes. Dos nuevas investigaciones publicadas en Paediatric and Perinatal Epidemiology y en International Journal of Pediatric Obesity profundizan sobre sus consecuencias en la salud fisiológica y psicológica y sus métodos de evaluación.
A pesar de que en la actualidad los niños son muy vulnerables a eventos estresantes como la separación y pérdida de los padres, adversidad económica familiar, violencia doméstica, enfermedades y presión escolar, no siempre son reconocidos como susceptibles al estrés, conforme a
"Epidemiological approaches to measure childhood stress", una revisión publicada en Paediatric and Perinatal Epidemiology. Y manifiesta que aunque el estrés en la infancia y sus efectos han sido ampliamente estudiados en los últimos años, la literatura científica no es suficientemente amplia en métodos de evaluación a través de cuestionarios y medición de biomarcadores.
Los cinco autores de esta investigación, de la Universidad de Ghent, en Bélgica, y de la Organización Mundial de la Salud, expresan que si bien el estrés en la infancia y adolescencia es prevalente en el mundo entero varía según los países y los estudios científicos realizados. Por ejemplo, la prevalencia del estrés infantil en los Estados Unidos, conforme a algunas publicaciones, es del 27,5%, y entre un 24,5% y 20% en México. En lo que se refiere específicamente al estrés escolar, las estadísticas actuales informan que cerca del 25% de los niños de habla inglesa reportaron haber sido víctimas frecuentes de "bullying" escolar, y el 78% de los niños en China sufren estrés por su rendimiento académico. Y lo que es más grave es que, según esta publicación, el estrés puede afectar seriamente la fisiología y la salud psicológica de los niños y convertirse en crónico en la adolescencia o adultez.
Otro estudio,
"Stress and obesity/metabolic syndrome in childhood and adolescence", una revisión publicada en International Journal of Pediatric Obesity, expone que el exceso de hiper o hipo-activación del sistema de estrés durante la vida fetal, la infancia y la adolescencia puede tener efectos irreversibles en el desarrollo del cerebro, el sistema endocrino y el del comportamiento. E informa, además, que estas alteraciones de las hormonas del estrés contribuyen al desarrollo de la obesidad y/o el síndrome metabólico, especialmente en las mujeres, en función de los antecedentes genéticos y epigenéticos de un individuo. Asimismo, otros estudios han demostrado que la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo durante estas primeras etapas de la vida están directamente relacionados con la salud adversa en la adultez, especialmente con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, deterioro reproductivo y en las funciones inmunes del organismo.
Para profundizar en las consecuencias del estrés en los niños y en los adolescentes y en sus métodos de evaluación, ingrese ahora en
"Epidemiological approaches to measure childhood stress" y
"Stress and obesity/metabolic syndrome in childhood and adolescence".